Cómo evitar el temido atasco en tu impresora

Nos encontramos minutos antes de una reunión importante; o imprimiendo un trabajo de la universidad para la mañana siguiente; o preparando el informe que nuestro jefe nos reclama urgentemente; o sacando los billetes del tren que debemos coger en un par de horas… Y de repente, todo se detiene, nuestro equipo se pausa y aparece el siempre temido (y casi siempre latente) mensaje: ‘Atasco de papel’. Nunca se deja de tener esa amenaza presente. Nunca es un momento oportuno para que ocurra. Y no te engañaremos, no es posible evitar que esto te ocurra alguna vez. Pero por suerte, sí existen unos pequeños trucos y buenas prácticas que puedes poner en marcha y que reducirán muchísimo las posibilidades.

Tipos de atascos

Si bien el mensaje es único, no todos los atascos son iguales, los hay de distintos tipos y orígenes. Debes saber identificarlos antes tratar de reactivar tu equipo y evitar así dañarlo de manera irreparable.

  1. Falsa alarma: es muy frecuente que nuestra impresora confunda la falta de papel o el que no haya la cantidad suficiente con el “atasco de papel”. Comprueba siempre tu bandeja.
  2. Sobrealimentación: en pleno proceso de impresión tu equipo puede tomar más de una hoja a la vez (alimentación múltiple). En este caso el sistema ha entendido que el grosor o longitud de lo que se ha alimentado es superior a la admitida y dará error -atasco-.
  3. Ojo con el gramaje: este tipo de atascos se produce si el papel que has escogido tiene un gramaje superior o inferior a los límites establecidos por tu equipo.
  4. Papel acordeón: si tu impresora te devuelve el papel arrugado, como si fuera un acordeón, puede ser una señal de que el fusor está dañado o desgastado. Es hora de que llames al servicio técnico.

Cuatro trucos para evitar atascos

Para empezar, es fundamental que realices un óptimo mantenimiento de tu equipo, para ello te invitamos a que sigas los 6 consejos básicos que hemos elaborado desde Lagom. En lo referente a los atascos, te invitamos a que pongas en práctica desde hoy mismo los siguientes consejos:

  1. Papel adecuado: no todos los papeles sirven para todas las impresoras. Tanto si dispones de un equipo láser, o de tinta; impresora o multifunción, debes usar el papel específico para cada una de ellas. Además chequea siempre que el papel está en perfecto estado, nada de esquinas doblas, que esté curvado o arrugado.
  2. Respeta los límites. Cada equipo tiene una capacidad de alimentación de papel establecida. Conviene que la tengas siempre presente y que no la superes y  que puede quedar demasiado ajustado y acabar produciendo un atasco de papel en la entrada.
  3. Ya mencionábamos más arriba el tipo de atasco por sobrealimentación. Puedes evitarlos en un futuro simplemente aireando o sacudiendo un poco el papel por ambos lados antes de ponerlo en el soporte. Para acabar, dale un pequeño golpe.
  4. La limpieza es clave. La suciedad y el polvo se acumula en el interior de nuestro equipo, es fundamental que realices un óptimo mantenimiento ya que esto puede llegar a dificultar el movimiento del papel y el trabajo de los rodillos, lo que deriva en atascos.

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